viernes, 28 de junio de 2013

A.



Querido diario,

me gustaría que me vieses como muchas veces, en mi mente, yo misma me veo:

Melena hasta media espalda, ondulada y pelirroja, ojos azules, marcados por tinta azabache. Labios rojos pasión. Un delicado y elegante (pero no vulgar) corsé de color negro, unido por unos ligueros a unas preciosas y finas medias negras. Unos culottes a juego, ya que los tangas no me gustan precisamente, ¿dónde han dejado el misterio y la imaginación? Unos tacones rojos, no muy altos, pues aprecio mi salud y mi comodidad, pero sensuales. Y una mirada avispada, juguetona y coqueta. Y tatuajes. Muchos tatuajes; de lo más variados, de lo más especiales y personales. 

Una mujer decidida y atrevida, dispuesta a cumplir sus fantasías y cumplir uno de sus sueños: llevar la sensualidad a su vida cotidiana, con un movimiento sensual de cadera al caminar, con una mirada penetrante constante, con coquetería en todos sus gestos. Pero fuerte, no convencional, no al servicio del patriarcado, ni esclava de un sistema o de unos convencionalismos. Libertaria. Lo soy, y ella también lo es.

Un abrazo, porque no me gusta dar dos besos.
A.

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